viernes, 31 de agosto de 2012

Twitter: descriptivos básicos

En nuestro análisis de la utilización que de Twitter hacen los ayuntamientos catalanes (39 de los 64 municipios de más de 20.000 habitantes tienen cuenta abierta) comenzaremos por los datos descriptivos más básicos: nº de seguidores, nº de seguidos (por las cuentas de los municipios), nº de listas de las cuentas, nº de tweets y dos indicadores elaborados ad hoc, como son los que he denominado de cobertura y de reciprocidad.






El indicador de cobertura busca ponderar el número de seguidores por los habitantes de la ciudad, de manera que ese valor no se correlacione de manera tan directa con la población del municipio. Se define como el número de seguidores de una cuenta por cada 1.000 habitantes. 

El indicador de reciprocidad busca medir la relación entre seguidores y seguidos (por la cuenta municipal) en lo que he definido como una relación de reciprocidad, ya que muchas veces consiste en una respuesta positiva al acercamiento de un seguidor. Se define por el cociente entre seguidos y seguidores, yendo de +1(cuando la cuenta municipal sigue a más interlocutores de los que le siguen a ella) a 0 (cuando la cuenta municipal no sigue a nadie). 

Si analizamos los seguidores de las distintas cuentas observamos una gran dispersión, desde los 26.384 seguidores de Barcelona a los 56 de Pineda de Mar (mediana= 811; SD=4132,7). Evidentemente el impacto de la población de cada municipio es una variable importante (valor correlación de Pearson: 0,920**; significativa al nivel 0,01 bilateral). Para limitar el impacto poblacional es mejor analizar el indicador de cobertura (seguidores por cada 1.000 habitantes). Ello permite ajustar mejor los resultados (mediana=14,7; SD=19,95) y visualizar de manera más apropiada la capacidad de las diferentes cuentas para conseguir seguidores. Así, los municipios con más seguidores son:

1. Sitges (42,9 seguidores por cada 1.000 habitantes)
2. Tortosa (40,4)
3. Igualada (39,4)
4. Sant Feliu de Guixols (39)
5. Vilanova i la Geltrú (38,4)
6. Cendanyola del Vallès (33,7)
(municipios con valores por encima de 30)

Si analizamos los seguidos por las diferentes cuentas nos sucede algo parecido al caso anterior, es decir, el peso de la población sobre los números absolutos (mediana= 173; SD=1142,9). Barcelona es el municipio con más seguidos (6.551) mientras que hay dos municipios (Pineda de Mar y Lleida) que no siguen a nadie. Si hacemos el ejercicio de ponderar la población los municipios que más siguen son:

1. Sant Feliu de Guixols (43,2 seguidos por cada 1.000 habitantes)
2. Vilanova i la Geltrú (24,4)
3. El Prat de Llobregat (20,1)
4. Girona (16,9)
5. Tortosa (15,6)
6 Cerdanyola del Vallès (15,5)
(municipios con valores por encima de 15)

Sin embargo, existe un indicador que puede ser más interesante a la hora de analizar esta variable. El indicador de reciprocidad relaciona seguidores con seguidos por cada una de las cuentas. Así, el municipio que muestra mayor reciprocidad (o voluntad de interactuar) es Gavà (1,4), con un valor en su índice de reciprocidad por encima de 1, es decir que sigue a más usuarios que seguidores tiene. Le siguen Sant Feliu de Guixols (1,1) y El Prat de Llobregat (1,0). Por contra existen seis municipios con valor de 0, bien porque, efectivamente, no siguen a nadie (Lleida y Pineda de Mar), bien porque en comparación con sus seguidores, el número de seguidos es insignificante (Olesa de Montserrat, Premià de Mar, Sabadell, Sant Boi de Llobregat y Sant Feliu de Llobregat). 

Otro aspecto interesante a destacar en este estudio descriptivo previo es la utilización de listas para ordenar, clasificar y segmentar a las audiencias. Se trata de un elemento interesante, por lo que posteriormente analizaremos su composición. Baste apuntar, a nivel introductorio, que un 56,4% de las cuentas municipales analizadas no tienen listas (22 en total), siendo Reus la que más utiliza este recurso, con hasta 20 listas diferentes. 

Finalmente existe otra variable, como es el número de tweets, que nos permite valorar la intensidad en el uso de esta red social. Aquí también nos encontramos con una gran dispersión (mediana= 844; SD=2845,7). Tres son los municipios que utilizan Twitter con mayor intensidad: Barcelona (11.417 tweets), Vilanova i La Geltrú (11.176) y Cerdanyola del Vallès (10.907). El resto de los ayuntamientos se sitúan muy por debajo de estos valores, pues el siguiente es Girona, con "sólo" 3.856 tweets. 

De este somero análisis aproximativo cabe destacar la utilización que hacen de Twitter dos ayuntamientos como Vilanova i la Geltrú y Cerdanyola del Vallès. Dos municipios cuyas cuentas generan una gran cantidad de tweets y tienen altos índices de cobertura y reciprocidad. 

jueves, 16 de agosto de 2012

Encuesta municipal (III): redes y administración


La encuesta finalizaba con una serie de preguntas variadas, referentes a la generación de audiencia y la percepción que sobre las redes sociales tenían los propios gestores. Todas las preguntas eran cerradas, excepto la última, en la cual se hacía referencia a los principales problemas que las administraciones locales se encuentran para obtener todo el potencial que las redes sociales tienen para estas instituciones.



A grandes rasgos, las respuestas indican lo siguiente:

  • Más de la mitad de los ayuntamientos encuestados (53,3%) no tienen mecanismos de “escucha activa”, es decir, que no conocen lo que sobre la gestión municipal se dice en las redes sociales. Esta información es vital para una buena política de comunicación y una fuente de “rumores” (ahora que el tema está tan de moda) instantánea a partir de la cual anticipar las actuaciones de la administración. Por otra parte, sólo el 20% de los que sí tienen mecanismos de escucha activa hacen informes que son elevados a los concejales correspondientes.

  • Todavía son menos los ayuntamientos (23,3%) que han introducido mecanismos para generar una comunidad para sus redes sociales. La mayoría dejan que sean los propios internautas los que se acerquen y, en todo caso, se limitan a realizar difusión de las redes sociales en sus páginas web. Ambos resultados están muy ligados: no se genera comunidad porque no se ven necesarios mecanismos de escucha activa y viceversa. Una buena gestión 2.0 necesariamente llevará a cuidar mucho la comunidad en la cual se asienta las redes sociales (que estén todos los referentes de la población) y a conocer lo que dicen de nosotros en todo momento para poder interactuar –dando información, contrastando opiniones desde el respeto y la libertad de expresión.

Finalmente las preguntas que hacían referencia a la percepción sobre el uso de las redes sociales por parte de los responsables políticos indican que:
  •   Comienzan a ser mayoría (60%) los políticos que ven en las redes sociales una oportunidad para mejorar la gestión pública y la comunicación con los ciudadanos frente al 6,7% de los mismos que todavía perciben más los riesgos que las ventajas. En general, según los técnicos responsables, sus políticos de referencia son conscientes de los riesgos que implican las redes sociales, pero los ven como inevitables y, por ello, comienzan a valorar las potencialidades que proporcionan, su capacidad de informar (en una primera instancia) y de interactuar con los ciudadanos (un paso que todavía está por desarrollar en la mayoría de los casos).

  •  La pregunta final era más abierta y se pedían algunas ideas sobre los cambios que serían necesarios en las administraciones locales para adaptarse y sacar el máximo potencial a las redes sociales como organización. Se detectan tres grandes bloques: cambios organizativos, voluntad política y recursos. La mayoría de las respuestas hacen referencia a los cambios de cultura de la administración para aprovechar la información y responder de manera más adecuada a las nuevas demandas. Se hacía referencia a conceptos como flexibilidad, cambios de estructura, coordinación interna, organización de flujos y transversalidad. El segundo bloque de respuestas hacen referencia a la necesidad de un mayor compromiso político y aparecían conceptos como el de “aprender a escuchar”, tener voluntad política, “creer”…o incluso “evangelizar”. Finalmente, algunos técnicos hacen referencia a la coyuntura económica como un límite a la gestión de las redes sociales, tanto en lo referente a lo meramente económico como en la imposibilidad de dotarse del personal necesario para trabajar de manera sistemática este “nuevo” ámbito.